miércoles, 11 de abril de 2018

JORNADA DE LA VIDA 2018. DIÓCESIS DE GRANADA.


EDUCAR PARA ACOGER EL DON DE LA VIDA
Con el lema “EDUCAR PARA ACOGER EL DON DE LA VIDA” la Conferencia Episcopal nos convocaba el 9 abril, Solemnidad de la Anunciación del Señor,  a recibir el don de la vida, a tener conciencia de él. En definitiva, “a reflexionar sobre la vida como un don para entender de qué manera guiamos nuestra propia vida”.
En nuestra Diócesis la celebración ha constado de dos momentos. El primero el domingo 8 a través de VID@ARTE, acto cultural y festivo con el que hemos celebrado el don precioso de la Vida a través de distintas disciplinas artísticas. El Lunes 9 nos hemos reunido gozosamente en la Parroquia de Santa Micaela del Barrio de la Chana, para celebrar la “Eucaristía de la Vida”.
La tarde del domingo, el Salón de Actos del Colegio Virgen de Gracia, se ha llenado de música, magia, experiencias, danza, fotografía, escultura…  una auténtica explosión de vida que nos ha hecho vibrar a todos los que nos encontrábamos en la sala.
Después de las seis de la tarde, y tras escuchar unas palabras de bienvenida de D. Javier, nuestro Arzobispo, que nos animaba a que fuera una tarde de alegría y agradecimiento a Dios, porque en El todos nos sentimos rescatados; y en Él, nuestra vida adquiere plena dignidad.
Cada una de las actuaciones que a continuación se desarrollaron, nos acercaron desde distintas disciplinas a acoger el don de la vida como un regalo que debemos de cuidar, ha sido un compromiso para trabajar por difundir la “cultura de la vida”.



El cantautor José Luis Pareja nos emociono con cada uno de las canciones que ha interpretado, también con las presentaciones de las mismas, verdaderos testimonios que nos han hecho pensar, nos hemos sentido protagonistas de la historia en las que se han ido convirtiendo sus canciones.


Juan Carlos Aonso nos transportó al mundo de la magia y la ilusión, no solo con sus juegos de magia, sino también a través de sus palabras, nos llevó a un mundo donde todo era “más imposible todavía”.


Gerardo José Cámara nos trasladó a África como  “la tierra amada” a través de su testimonio en el continente de la esperanza, de valores auténticos, de respeto a la familia y a la dignidad de la vida. Experiencia que ha recogido en su libro: “La tierra amada: aventura y fe”.



Uno de los momentos más tiernos y bellos de la tarde fue cuando Inma Plegurezuelos, nos contó su testimonio: “Una historia de superación personal y de autentica belleza de vida familiar”. Realmente Inma es excepcional, pero por su gran corazón y su amor por la  vida. Su testimonio se puede seguir a través en el sitio web: “En el nombre de Down”.



De vuelta a las disciplinas artísticas, Begoña Martos ha unido la armonía de la música y la belleza del movimiento, conmoviéndonos a través de su arte hecho danza a través del número que ella ha denominado como “Nana de la vida”.



El guitarrista granadino Juan Carlos Martos nos ha hecho vibrar a través de los acordes de su guitarra con ensueños mágicos de nuestra Granada. Nos hemos perdido en una Alhambra hechizada, de la que nos ha rescatado con su alegre “Zapateado” que ha llenado el Salón de Actos del Colegio Virgen de Gracia de sentimientos de ilusión y fantasía producidos por su guitarra.
La tarde ha seguido con la fotografía hecha arte con la obra de Babet Baier a través de la cual nos ha mostrado como con su objetivo transmite sensaciones y emociones, además de una imagen bella. También ha compartido su experiencia vital y lo que es la fotografía para ella.



La parte artística terminó con la presentación de la obra “En la cruz está la Vida” del escultor Pablo Hernández, inspirada en la poesía del mismo título de Santa Teresa de Jesús. Pablo plasma su arte a través de la cultura y la composición pictórica, trampolín desde el que también pone de manifiesto su amor por la vida y la familia.



La tarde se completó con la presentación del Proyecto Ángel, que ahora está en fase de capacitación en nuestra Diócesis y que en un futuro ayudará a mujeres con embarazos imprevistos o que presente dificultad para llevarlos a término.



La celebración de la Jornada de la Vida en nuestra Diócesis concluyo con la Eucaristía por la Vida en la Parroquia de Santa Micaela de la Chana, presidida por el Consiliario de la Delegación de Familia y Vida D. Antonio Luis Martín.
PASTORAL FAMILIAR DIOCESIS DE GRANADA.

TSUNAMIS DE VIDA: "IMPARABLE"

Tsunamis de Vida nace de un grupo de 12 amigos que se preguntaron si merecía la pena vivir.

Su idea era provocarnos, para que junto con ellos buscáramos la respuesta a esa pregunta, y para eso subieron a la red una serie de vídeos que a ellos les ayudaron y que a nosotros nos animan a hacernos la misma pregunta.

¿Merece la pena vivir? y la respuesta se va descubriendo con estos ocho testimonios que nos fueron mostrando a través de unos videos cortos,  que nos ayudan a encontrar la respuesta: Un rotundo.

“No hay dificultad o freno en la vida para alcanzar la felicidad”.

A través de ocho vídeos de su canal de Youtube, muestran situaciones vitales complicadas muy diversas, pero con un mensaje común: la vida es un don y por ello merece la pena ser vivida”.
Imparable




miércoles, 4 de abril de 2018

PALABRA DE VIDA DE ABRIL DE 2018


«En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna» (Jn 6,47).
Esta frase de Jesús forma parte de un largo diálogo con el gentío que vio el signo de la multiplicación de los panes y que lo sigue, aunque solo sea para seguir recibiendo de Él alguna ayuda material. Jesús, a partir de su necesidad inmediata, poco a poco va llevando el discurso hacia su misión: ha sido enviado por el Padre para dar a los hombres la verdadera vida, la eterna, es decir, la misma vida de Dios, que es Amor.
Él se acerca a todos los que se le cruzan por los caminos de Palestina sin eludir las peticiones de comida, de agua, de curación ni de perdón; es más, comparte cualquier necesidad y devuelve la esperanza a cada uno. Por eso puede pedir luego un paso más, puede invitar a quienes lo escuchan a acoger la vida que nos ofrece, a entrar en relación con Él, a darle confianza, a tener fe en Él.
Comentando precisamente esta frase del Evangelio, Chiara Lubich escribió: «Jesús aquí responde a la aspiración más profunda del hombre. El hombre ha sido creado para la vida; la busca con todas sus fuerzas. Pero su gran error es buscarla en las criaturas o en las cosas creadas, las cuales, siendo limitadas y pasajeras, no pueden dar una verdadera respuesta a la aspiración del hombre. ... Solo Jesús puede saciar el hambre del ser humano. Solo Él puede darnos la vida que no muere, porque Él es la Vida».
«En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna».
La fe cristiana es ante todo fruto de un encuentro personal con Dios, con Jesús, que no desea otra cosa que hacernos partícipes de su misma vida.
La fe en Jesús es seguir su ejemplo y no vivir replegados en nosotros mismos, en nuestros miedos, en nuestros programas limitados, sino más bien dirigir nuestra atención a las necesidades de los demás: necesidades concretas a causa de la pobreza, la enfermedad o la marginación, pero sobre todo la necesidad de escucha, de comunión y de acogida.
De este modo podremos comunicar a los demás, con nuestra vida, el mismo amor que hemos recibido como don de Dios. Y para fortalecer nuestro camino, Él nos ha dejado también el gran don de la Eucaristía, signo de un amor que se da a sí mismo para dar vida al otro.
«En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna».
Cuántas veces al día damos confianza a las personas que nos rodean: al profesor que enseña a nuestros hijos, al taxista que nos lleva a nuestro destino, al médico que debe tratarnos... No se puede vivir sin confianza, y esta se consolida con trato, la amistad, la relación que se afianza con el tiempo.
Entonces, ¿cómo vivir la Palabra de vida de este mes?
Siguiendo con su comentario, Chiara Lubich nos invita a reavivar nuestra elección y adhesión total a Jesús: «... Y ya sabemos cuál es el camino para llegar allí: ... poner en práctica con especial ahínco esas palabras suyas que nos recuerdan las distintas circunstancias de la vida. Por ejemplo: ¿nos encontramos con un prójimo? «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (cf. Mt 22, 39). ¿Tenemos un sufrimiento? «Quien quiera venir en pos de mí... tome su cruz» (cf. Mt 16, 24), etc. Entonces las palabras de Jesús se iluminarán y Jesús entrará en nosotros con su verdad, su fuerza y su amor. Nuestra vida será cada vez más un vivir con Él, un hacer todo junto con Él. Y ni siquiera la muerte física que nos espera podrá asustarnos, porque con Jesús ya ha dado inicio en nosotros la vida verdadera, la vida que no muere»...
LETIZIA MAGRI